El portero del prostíbulo
Nada que ver con el mundo clásico, pero no puede faltar en mi blog por que anima a reciclarse, a no rendirse y a seguir adelante a pesar de las dificultades.
Érase una vez un hombre que era portero de un prostíbulo porque su padre lo había sido antes que él, su abuelo antes que su padre y así sucesivamente.
Llegó un día en el que el prostíbulo cambió de dueño y el nuevo propietario quería modernizarlo para ello era necesario que el portero hiciera nuevas tareas. Llamó al portero y le dijo: "a partir de ahora me harás informes semanales: de la gente que entra, de lo que se consume..."
A lo que él contestó: "pero si yo no se ni leer ni escribir."
Entonces el nuevo dueño lo echó.
Al verse sin dinero ni trabajo, decidió sacar su caja de herramientas para arreglar unas cosas de su casa y entonces se dio cuenta de que necesitaba un destornillador que no tenía y decidió ir al pueblo de al lado para comprarlo, puesto que en el suyo no vendían.
Después de 3 días de viaje, por fin llegó. Compró lo que necesitaba y decidió comprar unas cuantas herramientas más para venderlas a su regreso.
De vuelta a su pueblo, no solo consiguió vender rápidamente las herramientas que compró de sobra, sino que le pidieron más. Por lo que decidió volver a por más herramientas.
Esta vez compró más que la anterior. Y así sucesivamente, hasta que llegó a montar una ferretería en su pueblo. Después se enriqueció y montó más hasta ser el hombre mas rico de su pueblo y decidió fundar una escuela allí, para que los demás niños aprendieran a leer y escribir, ya que el no tuvo la oportunidad. Quería que ellos sí la tuvieran.
En la inauguración de la escuela le hicieron firmar y él dijo: "perdona, pero yo no sé ni leer ni escribir! no puedo firmar".
A lo que le contestaron :¡Tú! has llegado tan lejos sin saber ni leer ni escribir, no sé donde habrías llegado si hubieras sabido.
El portero respondió: " seguiría siendo portero de un prostíbulo."
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