Helena

Helena de Troya (Evelyn de Morgan)

En la mitología griega era hija de Zeus y de Leda y hermana de Clitemnestra, Cástor y Pólux. Zeus tomó a su madre bajo la apariencia de un cisne. Por eso Helena nació junto a su hermano Pólux (ambos hijos de Zeus) de uno de los dos huevos que puso Leda; Del otro nacieron Castor y Clitemnestra ( ambos mortales y considerados hijos de Tindáreo).

Otra tradición decía que Helena había nacido de la unión de Némesis y Zeus, transformados respectivamente en oca y cisne. El huevo que puso Némesis fue encontrado por un pastor que lo entregó a Leda. Del huevo nació Helena y Leda la cuidó como si fuera su auténtica madre.

Tradicionalmente se la ha considerado la causante de la guerra de Troya aunque Eurípides en su Helena nos la presenta como una víctima de Afrodita pues fue ella quien la ofreció como premio. Todo comenzó con la manzana de oro con la inscripción " a la más bella" que la Discordia lanzó en las bodas de Tetis y Peleo. Se eligió como juez a Paris y el premio se lo disputaron Atenea, Afrodita y Hera. Cada una ofreció un premio a Paris. La diosa Hera, le ofreció todo el poder que pudiera desear, o, también, el título de Emperador de Asia; Atenea le ofreció la sabiduría o, según otras versiones, la posibilidad de vencer todas las batallas a las que se presentase; Afrodita, el amor de la más bella mujer del mundo: Helena.

Paris se decidió finalmente por Afrodita y su decisión trajo graves consecuencias para su pueblo, ya que la hermosa mujer por la que Afrodita hizo crecer el amor en el pecho de Paris no era  otra que la esposa del rey de Esparta, Menelao. Raptó a la esposa del rey durante una estancia que realizó en esa ciudad alojado en el palacio de este.después de haber estado una noche en su palacio. Según la versión más conocida del mito la llevó forzada consigo a su patria, Troya. Sin embargo hay otros autores como Safo de Lesbos que llegan a afirmar que esta se fue voluntariamente. Eurípides en las Troyanas también deja entrever la posibilidad de que marchara voluntariamente.

Según la tradición, después de ser raptada, vivió en Troya junto a su nuevo esposo pero existen versiones alternativas como la de Heródoto que dice que no fue realmente a Troya porque Príamo jamás lo habrían permitido para evitar exponer al peligro a su pueblo. Estersícoro también se desvía de la versión más conocida en la Palinodia. Según él la heroína no fue realmente a Troya sino que los dioses fabricaron una imagen de ella y la entregaron a Paris, mientras, la auténtica Helena permanecía en Egipto. Esta versión podría haberla dado en un intento de satisfacer a los espartanos limpiando la imagen de la heroína que era venerada como una diosa entre los habitantes de Esparta con quienes el autor mantenía una relación muy especial. Es probable  Eurípides recoja de la versión de Estersícoro la idea de que Helena no estuvo en Esparta y que aparece en su tragedia Helena. Sin embargo de la tragedia Las Troyanas (de este mismo autor: Eurípides), podemos deducir que Helena si estuvo en Troya porque se encuentra entre las cautivas troyanas. Aunque pueda parecer extraño que se contradiga en sus versiones, no es inusual que lo haga ya que, en sus tragedias, usa los personajes mitológicos a su conveniencia con el fin principal de transmitir un mensaje que es en gran parte adoctrinante.

En su papel de esposa Helena es una mujer de varios esposos. Ya antes de haberse casado con Menelao fue raptada por Teseo. Después parece ser que eligió a Menelao como marido, sin embargo no faltan las versiones que dicen que fue Tindáreo, su padre, quién la entregó a su nuevo esposo. Luego, como se ha visto más arriba, seguió a Paris a Troya  y allí,según la Ilíada vive como un miembro más de la familia real troyana. Tiene muy buena relación con su suegro Príamo y con su cuñado Héctor, esta buena relación con sus familiares políticos varones contrasta con el odio intenso que siente hacia ella su suegra Hécuba (madre de Paris y Héctor) en Las Troyanas. En esta obra Eurípides la presenta como la  en la culpable de la muerte de Héctor, de la destrucción de Troya y de todos los males sufridos, incluso del asesinato posterior a la caída de Troya de el nieto de Hécuba a quien los griegos matan por temor a que una vez sea grande, pueda entrañar un peligro para ellos.

En la Ilíada se presenta a una Helena adúltera que vive felizmente al lado de su nuevo esposo de quien está enamorada, en cambio en la Odisea se ve a una Helena arrepentida de su error y fiel a su esposo. También es fiel a su esposo la Helena que aparece en Helena de Eurípides, es fiel hasta el punto de que prefiere morir antes que traicionar el lecho de su marido, y se encuentra ante la tumba de Proteo (se trata de un rey de Egipto, no del dios marino) para escapar a las nupcias con su hijo (de Proteo).