martes, 15 de noviembre de 2011

El ave Fénix



Era un ave mitológica muy conocida en la antiguedad. Tiene sus representaciones en diferentes culturas, como la china ( Feng-Huang), la japonesa ( Ho-oo), la rusa ( el pájaro de fuego), la egipcia ( Bennu), la hindú (Garuda), está muy presente en la poesía Árabe ( Al- Anka) e incluso tiene representaciones de los indios norteamericanos ( Yel) o de los Aztecas, Mayas y Toltecas (el Quetzal). Fue citado por primera vez por Hesíodo y más tarde con más detalle por Heródoto.

Era del tamaño de un águila aproximadamente y tenía el plumaje amarillo, anaranjado y rojo y  un pico y  garras muy poderosas. Cada quinientos años se consumía con el fuego y volvía a nacer de sus cenizas. Según algunos mitos, vivía en una región que comprendía la zona del Oriente-Medio y la India, llegando hasta Egipto.

Para Heródoto, Plinio el Viejo y Epifanio de Salamia, el pájaro viajaba a Egipto cada quinientos años y aparecía en la ciudad de Helópolis, con el cadáver de su padre sobre los hombros y después de formar un huevo de Mirra e introducir el cadáver, lo depositaba junto a la puerta del templo del Sol. 


Según la leyenda Cristianizada, el ave vivía en el Paraíso. Cuando Adán y Eva fueron expulsados del Paraíso, de la espada del Ángel encargado de desterrar les, surgió una chispa y prendió fuego al nido de Fénix, haciendo que ardiera este y su inquilino.

Por ser la única bestia que se había negado a probar la fruta del paraíso, se le concedieron varios dones, siendo el más destacado la inmortalidad gracias a su capacidad de renacer de sus cenizas.
Cuando le llegaba la hora de morir, hacía un nido de especias y hierbas aromáticas, ponía un único huevo, que empollaba durante tres días, y al tercer día ardía. El Fénix se quemaba por completo y, al reducirse a cenizas, resurgía del huevo la misma ave Fénix, siempre única y eterna.




3 comentarios:

Kasegoro dijo...

Me encanto no savia eso

Manuel Briseño dijo...

Muy buen Blog. De hecho la mitologia griega es mundialmente conocida y literariamente es abundante.

mariana galan guerrero dijo...

Magnífico blog. El ave Fénix es uno de mis arquetipos, al qué invoco con frecuencia. Un saludo