Pigmalión
Pigmalión era un rey de Chipre, era un gran escultor y buscaba a la mujer perfecta para casarse con ella. Puesto que para el la mujer perfecta no existía, decidió crear una escultura en la que plasmara la perfección de una mujer.
Cuando la acabó, la veía tan perfecta que se enamoró de ella y le puso el nombre de Galatea.
La cuidaba como si fuera una mujer de verdad, le ponía almohada, para que se sintiera mas cómoda ...
Un día en unas fiestas en honor a Afrodita, al saber que la mismísima diosa estaría allí, decidió pedirle que diera vida a su muchacha de mármol.
La diosa al ver que sus sentimientos eran sinceros, le dijo:
"Mereces la felicidad, una felicidad que tu mismo has plasmado. Aquí tienes a la reina que has buscado. Ámala y defiéndela de todo mal"
Y con estas palabras convirtió a Galatea en una mujer real, cuando este volvió a casa y tocó a su fría e inmóvil amada, sintió como su pecho, antes rígido, se volvía blando y podía sentir su calor corporal. Se casaron y tuvieron un hijo.
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