Versiones de mitos: Aracne
En un pueblecito de Sicilia vivía una joven con gran habilidad para la costura. Desde muy pequeña comenzó a coser vestidos para sus muñecas, primero con ayuda de su madre y luego sola. Llegada la adolescencia creó una página para vender broches, llaveros, vestidos para muñecas, gorros, bufandas e incluso algún modelito para perros, todos hechos a mano. Cuando se graduó se presentó a la fiesta con un vestido espectacular digno de la alfombra roja de los Oscar. Lo más impresionante es que lo había hecho ella misma. Después de esto, comenzó a trabajar para una diseñadora Siciliana pero no tardaría en ficharla una prestigiosa firma de moda.
No tardó Aracne en sentirse infeliz porque su trabajo se convirtió en una rutina, siempre cosiendo bajo unos patrones, sentía que había enjaulado a su creatividad y necesitaba dejarla volar. Así que, en su tiempo libre, trazó unos diseños. Luego compró telas y les dio forma y los publicó en facebook e inmediatamente encontró compradores para ellos. Siguió con dos diseños más, luego dos más y así hasta que no mucho después dejó su aburrido trabajo y se lanzó de lleno con este proyecto. Comenzó también con vaqueros, camisetas y jerséis. Se pasaba todo el día metida en su cuarto diseñando, cosiendo e investigando sobre novedades. Así descubrió el patchwork. Que idea más buena, pensó: crear "lienzos" con telas.
No tardó más de año y medio en ser conocida mundialmente. Recibía halagos desde Londres hasta Pekín y con cada crítica positiva crecía su ego, llegó a afirmar incluso que era superior a Atenea, diosa de la artesanía además de su conocida faceta como diosa de la guerra y de la inteligencia.
Un buen día llegó a su casa una dulce niñita. Dijo a Aracne que era una estupenda costurera pero que nadie podía rivalizar con los dioses inmortales. A lo que Aracne respondió: si Atenea es superior a mí ¿por qué no se atreve a retarme?
Entonces Atenea se mostró bajo su verdadera apariencia y las dos compitieron por ver quién de las dos era mejor. La diosa tejió una colcha patchwork en la que representaba su victoria sobre Poseidón en la disputa por Atenas. Aracne, en cambio, plasmó en su colcha diferentes escenas en las que los dioses, convertidos en animales, eran infieles a sus esposas.
Al ver esas imágenes, Atenea enrojeció de ira y Aracne se sintió avergonzada por tamaña ofensa a los dioses por lo que intentó suicidarse ahorcándose pero la diosa la convirtió en una araña.
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